sábado, 19 de setembro de 2015

Comunicado de VoxÁnima, Asociación Animalista


Facebook: VoxÁnima, Asociación Animalista

Ayer nos enteramos de uno de esos casos dramáticos tan abundantes pero que suelen pasar desapercibidos para la mayoría de la gente y que, nos consta, es la causa de muchos perros a los que vemos vagando abandonados por nuestras ciudades. Nos referimos a personas mayores que son ingresadas en geriátricos y residencias, muchas veces contra su propia voluntad, arrastrados a la fuerza y dejando atrás a sus seres más queridos, sus compañeros más fieles y la mayoría de las veces a los únicos que siempre estuvieron a su lado, sus perros y sus gatos.

Emilia es una de esas personas. Probablemente su historia de vida le hizo apartarse de los humanos y volcarse con los animales. De hecho, sus últimos años han transcurrido en compañía de sus gatos y sus dos inseparables perros: sale a hacer la compra, va a misa, pasea por el pueblo....

En Porto do Son todos la conocen y, aunque algunos la miran mal por su carácter huraño, jamás le ha hecho daño a nadie. Están habituados a verla acompañada de Lucky, su fiel perro, que lleva a su lado muchos años. Habitualmente se refiere a él como “o meu home” (mi marido). El otro perro que la acompaña, fue abandonado en el pueblo hace un tiempo y encontró refugio en su hogar. Quizás por sentirse como ella (miedoso, desconfiado de la gente y maltratado) sólo a su lado se sintió seguro.

El pasado lunes, 14 de septiembre de 2015, en su casa apareció un "Dispositivo Oficial" con el único objetivo de llevársela. Ella se escapó y huyó al centro del pueblo donde fue atrapada y reducida por la fuerza, creando un fuerte impacto en las personas que lo presenciaron. La arrancaron como un árbol de sus raíces y de su tierra para llevársela lejos a un geriátrico en contra de su voluntad. Tal es así que se fue con lo puesto y sus animales quedaron abandonados a su suerte. Sus dos perros deambulan, desde entonces, por el pueblo día y noche como almas en pena, tratando de encontrar a Emilia. Y sus gatos se asoman continuamente a la ventana, esperando verla llegar.

Mujer huraña y de difícil trato pero cariñosa con los animales, que hacía sus actividades de la vida diaria de forma consciente, con plena orientación: comida, compra, aseo, paseo, visita al centro de jubilados, misa, etc.
¿Qué clase de servicios públicos promueven este tipo de acciones contra la libertad personal, forzando a una persona, apresándola como si fuese un delincuente y permitiendo que lo que más valoraba en su vida, los animales, queden abandonados, a la intemperie, sin comida, sin cariño, condenándola a ella a un destino triste y a sus animales a una muerte segura?

Es justo que se conozca su historia porque Emilia no tiene a nadie humano que la defienda, sólo sus animales. Es justo poner a la luz esta actuación cruel de los servicios públicos: es un desahucio para ella y sus animales.

Es verdad que Emilia tiene una esquizofrenia, al igual que la tiene muchísima otra gente que puede hacer una vida normal. También lo es que, ocasionalmente, presenta conductas de agresividad verbal, pero está perfectamente capacitada para valerse por sí sola. Según informaciones que nos han llegado, el problema que tenía es que gastaba gran parte del dinero en comida para animales, por lo que lo que necesitaba, en todo caso, era una ayuda para administrar su pensión no contributiva.

El 14 de septiembre un dispositivo del 061 irrumpió en su domicilio para ejecutar un internamiento urgente (¿¡!?) para llevársela a una residencia geriátrica. Se trata de una privación de libertad que queremos que se investigue en base a los documentos cuyo acceso no tenemos (informes médicos de internamiento, sentencia de incapacidad, …).

Esta forma de proceder los servicios públicos es de dudosa legalidad y suponen una sentencia de muerte para los animales que cuidaba y también, probablemente, un deterioro de su propia salud. Por todo ello, en Vox Ánima, hemos decidido interponer una denuncia por “sospecha de detención ilegal o secuestro” pidiendo que “se la ponga en libertad y se la reintegre a su domicilio”.

Además queremos aprovechar para animar a las diferentes Asociaciones Protectoras y Defensoras de los Derechos de los Animales que exijan en sus diferentes municipios y comunidades que en los informes de los servicios de Asistencia Social y cualquier implicado en casos de tutela o curatela (Xunta de Galicia y demás), se refieran y hagan mención a los animales que conviven con la persona objeto de la misma e incluso se valore la repercusión y problemas que sobre su salud psicológica y física puede suponer el que se les obligue a separarse de los mismos, con la incertidumbre de no saber qué va a ser de ellos.

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